Este proyecto fue una remodelación total de un condominio viejo en la ciudad. El cliente buscaba unir sala, cocina y comedor, los cuales se encontraban totalmente separados.
Al ser él un apasionado por la cocina, era importante dar énfasis a este espacio, tratando de utilizar de la mejor manera cada rincón.
Se tumbaron muros, se levantaron techos y se cambió el piso. También se modernizo el diseño ambiental, la iluminación y los acabados.
El cliente, un sobrio conservador perfeccionista, buscaba un ambiente que reflejara su personalidad, lo cual se logró usando una estética con línea perfecta en los espacios.